Me doy cuenta que he esperado por muchas cosas en esta vida, pero esta, sinceramente no me la esperaba. La Visa, idiota LA VISA!!... pero si estaba seguro de que no se ocupaba Visa para Perú siendo ciudadano mexicano. ¿Como diablos se me paso eso? Que ingenuo fui; pude planear todo un viaje a sudamerica, menos lo mas importante de el.
¡Idiota!, ¡pendejo!, ¡pedazo de buey!, todos estos y mas reclamos pasaban por mi cabeza mientras yo estaba a 9,000 pies de altura y a una velocidad promedio de 600 km/h, factores que en ese momento no me importaban en lo absoluto, lo único que pasaba por mi cabeza era: !la Visa!.
¿Que demonios iba a hacer?, !¿QUE DEMONIOS IBA A HACER?!, como lo dije antes esto no me lo esperaba; a esa altura y a esa distancia o mucho o poco que pudiera hacer no podría marcar alguna diferencia, así que decidí tratar de relajarme y dormir un poco en ese viaje nocturno, porque sabia que la mañana siguiente seria una de las peores de mi vida. Soñé con que hablaba con la gente de migración de la aduana de Perú y hacían todo lo posible por mi y me conseguían una especie de permiso temporal para entrar al país, hacer todo lo que tenia que hacer y después salir del Perú.
Soñé con que me las veía duras pero no tanto... Sueños, fueron solo sueños que después de haber terminado me trajeron de regreso a la cruda realidad, catalizados por la voz del piloto indicando que habíamos aterrizado en el aeropuerto de Lima con cerca de 15 minutos de adelanto.
Mi corazón latía rápidamente, sin saberlo ya comenzaba a tocar las flamas del infierno en el que había comenzado a caer la noche anterior...
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